Los mandalas son una forma de expresión artística al mismo tiempo que es una terapia sencilla, eficaz y barata que día a día va ganando fuerza. Un mandala es un dibujo normalmente circular cuyos símbolos están ordenados de forma geométrica en torno a su punto central, esta creación desencadena un proceso de interiorización que lleva a que tengamos más paz interior.
Es una terapia el simple hecho de observar los mandalas, al prestar atención al dibujo del mandala conseguimos hacer que nuestra mente se detenga. La palabra mandala significa “círculo sagrado” llevándonos a la parte más sagrada de nosotros mismos, sin embargo la terapia se realiza al ponernos a pintarlos. Esta es una forma sencilla y fácil de llegar a la meditación sólo prestando atención al ejercicio de pintar el mandala.
También podemos observar un mandala que ya está pintado. Para elegirlo tenemos que observar varios y nos daremos cuenta como nos “llama” el que es más adecuado para nosotros. Incluso podemos incluir el arte de los mandalas para atraer lo que deseamos a nuestra vida. Es una terapia sencilla pero a la vez se necesita del tiempo y la paciencia para realizarlo, las prisas no sirven en esta terapia.
Es posible pintar el mandala sin tener que dibujarlo porque hoy a través de internet se pueden encontrar muchos mandalas para colorear. Tienes que elegir el tuyo y pintarlo con acuarelas, ceras, lápices de colores o rotuladores. Se comienzan a pintar desde adentro hacia afuera.
Esta técnica es muy recomendada para niños y para aquellas personas que se encuentran perdidas y sin rumbo, bloqueadas mentalmente y que no saben meditar porque se ponen muy nerviosas. A través del mandala podrán encontrar la paz. Al pintar intervienen tanto la parte más emocional como la más intelectual de nuestro cerebro.
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