miércoles, 16 de marzo de 2011
PARTIDA DE UN SER QUERIDO
La familia no se destruye, se transforma.
Un ser querido va hacia lo invisible.
Nos parece que la muerte es una ausencia mientras que es una presencia secreta.
Nos parece que crea una distancia infinita, mientras que de hecho suprime toda distancia llevando al Espíritu lo que estaba ubicado en la carne.
Cuanto más seres se hayan ido del hogar, más lazos con el cielo tienen los supervivientes.
El cielo ya no está poblado solamente por los ángeles, los santos desconocidos y por Dios misterioso: se vuelve familiar.
Es la casa de la familia, la planta de arriba de esta casa, por decirlo así.
Y de arriba a abajo, el recuerdo, los auxilios, las llamadas...se responden.
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