miércoles, 25 de agosto de 2010

Ley de atracción



Por Walter Daniel Genga

En este artículo voy a hablar de tres ejemplos de problemas. Si bien en los dos primeros no eran directamente “mis problemas”, si lo eran en forma indirecta, ya que yo era el administrador de ellos. Mientras que el tercer problema que sito si era exclusivamente mío. Una vez planteados estos tres “problemas”, mi objetivo radica en compararlos y ver como con una actitud negativa estos crecen, mientras que si imprimimos una actitud positiva estos se solucionan con menos daños colaterales. A tal punto que, como verán que sucede en el tercer caso citado, los problemas se “bonifican”. Pero además hay otro concepto nuevo que surge más allá del conocido de aplicar una mentalidad negativa Ley de la atracción – Encadenamientos de problemas
o positiva. Me estoy refiriendo a lo que yo denomino “encadenamientos de problemas”. En los tres “problemas” que describo hoy, el denominador común es esa sucesión de problemas que acontecen, unos como continuidad del problema inicial; y otras veces como nacimientos de otros problemas que si bien tienen un parentesco con ese “primer problema”, tienen por otro lado un peso propio que iguala o hasta supera al primero de ellos. Entonces realizada esta primera aproximación o introducción, voy a narrarles los tres problemas para que vayan entendiendo sobre que estoy hablando:
PROBLEMA Nº 1

En un departamento que alquilé por 24 meses (tengo inmobiliaria) el inquilino me aviso que el termotanque había comenzado a gotear por abajo. Ante ello yo le dije a la propietaria (ya que yo administraba la cobranza de dicha locación) que de acuerdo al estado del termotanque (estaba bastante oxidado en el exterior del mismo), lo más recomendable era comprar un termo nuevo, ya que por mi experiencia si estaba picado de afuera lo mismo debería de suceder de adentro y cualquier arreglo que hiciera sería sólo momentáneo y finalmente tendría que comprar uno y habría tirado la plata del arreglo. Cuando le narré lo sucedido, la propietaria (vivía a 400 km de mi ciudad) contrariamente a mi consejo insistió con hacer sólo la reparación momentánea, pero a su vez me hizo pedir presupuesto a dos plomeros que antes le habían trabajado para ella (aclaro que a esta propietaria no le faltaba dinero como para decir que no contaba con el mismo para comprar el termo ante mi primer consejo). Hasta aquí vemos el primer problema y como nace. La propietaria ante esto recibe tres mensajes: 1º) El de la misma naturaleza que le manda un problema pequeño, que por ahora el termo sólo perdía un poco y había tiempo de solucionarlo sin que la inquilina se quedará sin agua. 2º) El mensaje que ya era bien frontal y que era mi propio consejo. 3º) Y el tercer mensaje que provenía del mismo plomero que iba a hacer el trabajo, que le decía que independientemente del arreglo, al termotanque no le quedaba mucha vida útil por delante. Ante estos tres mensajes la propietaria hizo oídos sordos y decidida por uno de los dos presupuestos ordena la realización del trabajo, pero ante la falta de coincidencia de los horarios entre la inquilina y el plomero pasaron unos días y el problema se agravo, o debería decir el verdadero problema afloró y el termo empezó a perder tal cantidad de agua que demostraba que en realidad no era una pérdida sólo de un caño, sino que estaba pinchado (lo cual no tiene solución) y que la pérdida inicial había sido simplemente un síntoma de lo que estaba por ocurrir. Al perder tanta agua ya no se pudo usar más y la inquilina se estaba quedando sin agua caliente hasta tanto se comprara un termo nuevo. Hasta ahora uno puede ver como un problema se agranda por no tomarlo con decisión desde el comienzo. Sin embargo lo que comenzaré a narrar a continuación son una cantidad de “coincidencias” perjudiciales que agravan el problema de sobremanera, demostrando como al actuar la propietaria en forma negativa al comienzo trajo como consecuencia el nacimiento o atracción de estos nuevos inconvenientes: 1º Coincidencia negativa: Cuando la inquilina me avisa ya de la pérdida incontrolable del termo y que ante ello ya no tenía agua caliente, le mando un mail a la propietaria contando lo sucedido (dicha forma era la forma natural con que me comunicaba con ella, ya que si bien tenía celular, por el tipo de trabajo que tenía no lo podía atender). Yo ya me había comunicado un montón de veces de esta forma, pero ó “nueva casualidad”, por primera vez el mail no le llega. Por lo tanto pasado dos días y viendo que no me llega la contestación insisto telefónicamente hasta que por fin me comunico. A partir de ahí la propietaria ante el hecho consumado se mueve rápido y al otro día ya tenía comprado un termo en su ciudad (Bs. As.) para que fuera entregado en mi ciudad (Mar del Plata) por medio de una sucursal de la misma casa de electrodomésticos. Previendo todo ello y par ser más rápido le dije a la propietaria que por medio de la misma empresa le autorizará al plomero contratado a retirar el termo (aquí hubo nuevamente que pedir otro presupuesto previamente). Al otro día, una vez que la propietaria me informó que la sucursal ya poseía la orden de la entrega del termo, le avisé al plomero que pasará a retirarlo, incluso con el nombre del empleado que había realizado la venta en Bs. As. 2º Coincidencia negativa: Pero ante la sorpresa del plomero la orden todavía no había sido comunicada. En la casa de electrodomésticos decían que la comunicación se hacía por mail en forma inmediata, sin embargo tardaría en llegar dos días dicha comunicación, e incluso sin la especificación del nombre del plomero que la tenía que retirar. 3º Coincidencia negativa: Para colmo cuando se dio el nombre del empleado que había realizado la venta para que este último confirmara como se había hecho la compra, se encuentran que dicho empleado había tomado licencia justo ese día. 4º Coincidencia negativa: Ante estas circunstancias el plomero (que ya le había hecho otros trabajos a la propietaria) que no era muy paciente, dice que desistía de hacer el trabajo. Y los días seguían pasando sin poder colocar el termo. Teniendo que resolver este nuevo problema que se había suscitado le aconsejo a la propietaria que deje hacer el trabajo a mi plomero. Antes debo aclarar que ella lo había descartado de entrada en otro trabajo anterior porque decía que era más caro. Si bien esto era cierto, lo era porque trabajaba mejor, rápido y diligente. Normalmente en trabajos de plomería (en la medida que no sea una remodelación importante) no se piden presupuestos, simplemente se llama al plomero de confianza y se hace hacer el trabajo rápido para solucionar el problema. Ya que de lo contrario si cada vez que hay que hacer un trabajo, uno pide un presupuesto y no le da el trabajo al anterior, este nunca más aparecerá. Es decir, si uno sabe que dicho gremio trabaja bien y siempre cobró razonablemente no tiene sentido de andar pidiendo presupuestos y sin saber para colmo si el nuevo plomero va a hacer un buen trabajo. Resumiendo, la propietaria ante el agravamiento del problema aceptó que mi plomero hiciera el trabajo (aclarando que el plomero sólo lo hacía para hacerme un favor a mí). 5º Coincidencia negativa: Antes de continuar debo aclarar que para esta altura ya habían pasado varios días y la inquilina me había mandado una carta documento a mí, informándome de la exigencia de que le solucionasen el problema dentro de las 48 hs. A esta altura el problema que no era mío ya me había rozado y yo tenía que estar contestando la carta documento con otra del mismo calibre, deslindando responsabilidades, ya que sólo era un intermediario y que mi función para esta comunicación legal era sólo de transmitirlo a la propietaria con otra carta documento, ya que la misma era quien debía de poner el dinero para la compra del termo. E indicándole en dicha carta documento que en el futuro sólo se comunicase por este medio con la propietaria, ya que de lo contrario lo único que ella hacia con su accionar era que la comunicación legal tardase más tiempo en llegar a la destinataria correspondiente (la propietaria). En definitiva tuve que mandar dos cartas documentos (una contestando a la primera y otra a la propietaria para transmitirle lo esgrimido por la inquilina) teniendo que absorber el costo de las mismas. Aquí hago un pequeño paréntesis para comentar como con este costo que yo tuve que desembolsar de mi bolsillo, que como dije más arriba si bien este problema no era mío, como el mismo me rozó. ¿Ahora porqué me afecto también? Pues porque al tomarme a pecho el problema para intermediar entre las dos partes para que ninguna se viera perjudicada de más, me afligí por la situación y con ello atraje negatividad hacia mí persona. Y volviendo a la exigencia de la carta documento, le informé a la inquilina que en 48 hs el plomero se iba apersonar en el departamento en cuestión de tal a tal hora para colocar el termo nuevo. Para ello previamente hice todas las prevenciones correspondientes para no dejar que otra “coincidencia” apareciera de sorpresa. Entonces ya autorizado mi plomero para que hiciera la colocación del termo, le informe a la propietaria para que no se repitiera el problema, que fuera personalmente a la casa de electrodomésticos y que delante de ella el gerente de Bs. As. se comunicara con el gerente de Mar del Plata y le pasase los datos personales (nombre y Nº de documento) que yo le había enviado de mi plomero. Y que una vez hecho esto me lo comunicase inmediatamente. 6º Coincidencia negativa: Era el día anterior al día “D” en que se cumplía el tiempo indicado en la carta documento y cerca de las 19 hs. la propietaria me avisa al celular que ya estaba todo arreglado para que mi plomero retirara mañana a primera hora el termo de la sucursal de Mar del Plata. Ante esto, a la hora cuando cierro mi oficina y me retiro para ir a mi casa (por el recorrido que hago) paso a dos cuadras de la casa de electrodomésticos. Y en ese momento algo dentro mío me dice que vaya a verificar si lo que me dijeron desde Bs As. era cierto. Eran las 20 hs. pasadas y faltaba una hora para el cierro de este negocio. Entro al mismo y pido hablar con el gerente: 7º Coincidencia negativa: Le transmito todo lo que había sucedido y me encuentro con la sorpresa que no sabía nada del cambio de plomero y que la autorización había llegado pero a nombre del anterior plomero. Ante ello le pido al gerente que llame a Bs. As. (cuando habían dicho que se comunicaron con el gerente en realidad lo habían hecho sólo con el jefe de depósito y el cambio de datos del plomero tampoco lo habían concretado). Realizado el llamado y ante mi insistencia queda por fin comunicado el cambio de datos del plomero y pido que ante ello se informe también al jefe de depósito (para que de esa forma fueran dos personas que tuvieran conocimiento de la operatoria), para prevenir otra “coincidencia”, de que cuando al día siguiente fuera mi plomero, si el gerente circunstancialmente no estuviera presente en ese momento, evitar con ello que el termo no fuese entregado. 8º Coincidencia negativa: A esta altura parecía un boxeador profesional porque estaba esquivando una tras otra “las coincidencias negativas” que me venían a golpearme una tras otra sin descanso. Sin embargo todavía faltaba la última. Antes de irme del local quise verificar cual era el termo de marca “X” que se había comprado y me encuentro que el termo que tenían informado para entregar era en realidad de marca “Y”. Ya no lo podía creer, imagínense si al día siguiente mi plomero que ya tenía orden de retirar un termo de marca “X” se hubiese encontrado con ese cambio. Pero estando todavía a tiempo me comunico nuevamente a Bs. As. y le explico la situación. Ella (la propietaria) ve la factura y sí era lo que decía, aunque cuando había hecho la compra había pedido por la otra marca y hasta le habían cobrado por equivocación el termo del de mayor precio (hablado con la empresa luego le reintegrarían la diferencia). Pero para evitar más atrasos se decidió retirar este termo de marca “Y”. Y al día siguiente finalmente se colocó el termo nuevo antes del vencimiento del plazo estipulado. Luego de esto la inquilina le reclamo una cantidad de dinero por los perjuicios de gastar en taxis para ir durante todos esos días a la casa de un pariente, para poder bañarse con agua caliente mientras no disponía de dicho servicio. Ante esto la propietaria siguió mi consejo (después de todo la inquilina tenía razón) y le abonó lo solicitado, ya que de lo contrario si se ponía en pleito el problema iba a crecer más y de esta forma lo daba por terminado. Entonces analizando este problema vemos que por no querer la propietaria hacer el cambio del termo de entrada, termino perdiendo más dinero. Esa sería la primera conclusión fría a que uno llega. Sin embargo el análisis de fondo que se debe hacer aquí y que es lo que yo denomino “encadenamientos de problemas”, es como ante una reacción negativa (esquivando el problema inicial) comenzarán una sucesión de “coincidencias negativas” que si uno no está en guardia harán alimentar aún mucho más el crecimiento de este primer problema.
PROBLEMA Nº 2

Este es un problema semejante al anterior pero encarado en forma positiva desde el comienzo por el propietario. También en un departamento en alquiler por 24 meses, surge una pérdida de gas en el horno de la cocina. Ante ello envio a mi plomero y este me dice que hay que cambiar los mecheros y toda la base que lo sustenta porque esta picada, pero que por el costo del mismo (un 25 % de la cocina nueva equivalente) era más recomendable comprar una cocina a estrenar, ya que con otro problema que surgiera en el futuro no sería amortizable el costo de reparación. Ello se lo transmití al propietario y éste me ordeno hacer por mi mismo la compra de dicha cocina. Ante esto busqué precios de marcas y en tres casas distintas, encontrando en una de ellas una cocina de muy buena calidad, que estaba en oferta porque según me habían dicho en la casa de electrodomésticos, tenía sólo un detalle de un pequeño raspón en el frente. Así es que le informe al propietario que comprando esta cocina buena le hacían una rebaja del 40% de su verdadero valor y además le quedaba más barata que la cocina de menor calidad. Autorizándome éste a realizar la compra. 1º Coincidencia negativa: Hago enviar la cocina al departamento y cuando el plomero la conecta, al querer colocar los accesorios se da cuenta que le faltaban dos parrillas interiores para apoyar las fuentes (a veces puede suceder que haya un faltante, pero cuando el plomero fue a reclamarlas el jefe de depósito, le dijo que el precio de oferta era por los detalles y por ese faltante, sin embargo a mí no me habían dicho lo mismo). Aquí es cuando me informan desde mi oficina el inconveniente cuando yo estaba en mi auto (este es el problema que sito en el anterior artículo, “El trabajo encubierto”). Sabiendo esto, primero hablo con el plomero quedando en avisarle que si no me entregaban el faltante, él iría a comprar las parrillas para terminar de resolverle el problema a la inquilina. 2º Coincidencia negativa: Sin embargo cuando llamo a la casa de electrodomésticos en ese momento el gerente no se encuentra, así que le doy la orden al plomero para que realice la compra pertinente. Cuando por fin me comunico con el gerente le hago notar que el empleado era un inepto, o directamente actuó de mala fé al ocultarme la información del faltante. Yo a esa altura no me hacia problemas, porque sabía que el propietario no tenía culpa de ello, así que la decisión ya la tenía tomada de que si no me reconocían el pago, el dinero lo iba a poner de mi bolsillo, independientemente de realizar la denuncia pertinente por deslealtad comercial. Sin embargo esto último no fue necesario, ya que el gerente reconoció su error y me informó que podía pasar por su negocio con la boleta respectiva para reintegrarme el dinero abonado por esas dos parrillas. 3º Coincidencia negativa: Cuando lleve la boleta para que me reintegren el dinero, resulta que la boleta era A (en Argentina hay de tres clases según la calidad impositiva del comprador: A, B ó C) y el gerente sólo podía recibir boletas B ó C. Ante esto deje la boleta y al otro día el gerente se encargó de ir al negocio donde se había hecho la compra y cambió la boleta por la letra pertinente y finalmente me reintegraron el dinero. Aquí ven como con una actitud positiva del propietario a diferencia del problema Nº 1, surgieron coincidencias negativas pero en menor cantidad y resueltas en forma rápida. Y por último voy a citar un problema que fue exclusivamente de mi pertenencia: PROBLEMA Nº 3 En uno de mis anteriores artículos explico como utilizando correctamente el Desapego termino comprando mi primer auto 0 KM. Pues cuando se habían cumplido 2 meses de tener el auto, sufro un choque o debería decir un “ataque”. Ahora ante esto que acabo de decirles, ustedes dirán cuánto fue el daño que sufrí. Pues luego de bajarme del auto ví que el daño en realidad no existió, por darse una combinación de encadenamientos de problemas que yo llamo “bonificados”. Para que entiendan lo que digo les voy a narrar ese “choque”: Iba cerca del mediodía por una calle vecinal y cuando estaba por llegar a la bocacalle (yo iba a no más de 30 Km por hora con la ventanilla baja casi en su totalidad) desde la vereda, donde una mujer iba caminando con su perro, este último sin ninguna razón se separa de su dueña, corre a la calle y se abalanza a la altura de la ventanilla del conductor de mi auto. Apenas me pude dar cuenta de “este ataque” (no era un perro doberman, ni dogo, erá sólo un perro común y de contextura mediana). Es decir por más que frené no pude evitarlo, porque apareció de sorpresa desde mi izquierda. El tema es que este perro al saltar sobre mi auto, podía por la trayectoria pegarme en la chapa del auto en una superficie de 2 m2. Sin embargo: 1º Coincidencia positiva Pega con la cabeza en el espejo retrovisor del conductor, con tal fuerza que el espejo se retrae unos 45º (en los autos modernos los espejos retrovisores se pueden retraer hasta 90º) con lo cual esto permite en primera instancia que el plástico duro absorba el golpe sin sufrir consecuencias de ello. Es decir en esta primera coincidencia, el perro golpeó sobre el espejo retrovisor y no sobre esos 2 m2 de chapa que hubiesen implicado un abollamiento de unos 20 cm 2 2º Coincidencia positiva Ese golpe seco no termina ahí. Dada la fuerza del mismo, la base de plástico que sostiene al espejo retrovisor, que a su vez se fija en esa carcaza de plástico duro, saltó con tan buena fortuna que cayo sobre mis piernas. 3º Coincidencia positiva Si yo hubiese tenido la ventanilla 5 cm más arriba el espejo que voló hubiese chocado con ella y seguramente se hubiese estallado en pedazos e incluso podría haberse roto la ventanilla. Cuando baje del auto volví a enganchar el espejo en su lugar como si no hubiese pasado nada. 4º Coincidencia positiva Y aún faltaba algo más. Yo me imaginaba que al golpearme el perro, con las patas podría haberme rayado la pintura. Así fue que después de bajarme vi unas “rayaduras” (el auto estaba un poco sucio por las lluvias de los días anteriores). Sin embargo al otro día cuando lavé el auto vi que las ralladuras no habían sido tales, más que el corrimiento de la tierra sobre la chapa. Es decir no lo podía creer, se habían producido una serie de coincidencias positivas que habían bonificado totalmente el problema (el choque del perro). Con lo cual entiendo que esto sólo me ocurrió como un mensaje: En la medida que uno aplique mentalidad positiva en su vida, si bien los problemas no dejarán de existir, muchos de ellos se reducirán a su mínima expresión, o como en este caso se “bonificarán” totalmente. Por lo tanto en este artículo les narre tres problemas: 1º) Uno encarado al comienzo con una actitud negativa que produjo un alto encadenamiento de problemas negativos que se extendieron en el tiempo más de lo previsible. 2º) Otro enfrentado con una mentalidad positiva (pero sin tener conocimiento de la ley de la atracción) que produjo sólo un pequeño encadenamiento de problemas negativos, que se resolvieron rápidamente. 3º) Y el último, haciendo un uso constante de la Ley de la Atracción, que produjo un encadenamiento de problemas positivos, que anularon todas las consecuencias que podían ser negativas (problema bonificado). Y como siempre digo en este tema, las coincidencias no existen todo es consecuencia de algo. Ustedes ahora saquen sus propias conclusiones y a partir de ahí comiencen a analizar sus propias experiencias. 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