martes, 30 de marzo de 2010

Energia.


Todo es energía. Todo es moldeable. Todo es cambiable.
Cambiando la energía de las emociones, cambiamos también nuestras relaciones. Por ello muchas veces es suficiente realizar un trabajo energético del perdón o de expresión de emociones específicos, sobre todo si se trata de enfados, iras o rabias acerca de una persona o situación. Únicamente con haber realizado un trabajo energético (a distancia), nos damos cuenta que la relación en si cambia instantáneamente... la persona con la que hemos trabajado a distancia ha cambiado, lo que es un resultado de que la energía de la emocion en esta relación se ha modificado. ¡Eso es la magia y la maravilla del trabajo energético!
Las emociones son parte de nosotros, pero hay cierto tipo de emociones que no nos gusta y por lo general solemos rechazar, ocultar, ignorar o negar que tengamos estas emociones.
Emociones que vibran energéticamente a un nivel muy bajo son p. ej. envidia, celos, ira, rabia, enfado, temor, miedo, cotillas, odio …
Quizás no es tan fácil aceptar estas emociones que no nos hacen sentir bien. Pero el camino para curarlas es: identificación, aceptación, expresión, integración y perdonar. Con ello, podemos conseguir una estabilidad y equilibrio emocional.
Las emociones son como nuestros niños interiores. Imagínate que tienes un niño llamado ”miedo”, o un niño con el nombre “odio”, y otro que se llama “rabia”... ¿no te gustan tus niños?...
Si ignoramos y rechazamos a nuestros niños, la reacción es justo la contraria de la que queremos conseguir: los niños gritarán aun con mayor fuerza. La solución consiste en aceptar a nuestros niños tal como son e integrarlos en nuestro interior. Con ello, les enviamos amor y les quitamos el poder sobre la emoción.
Después de un tiempo todos nuestros niños interiores se convierten en amor, alegría, felicidad, compasión, equilibrio, armonía…
M.R.

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