El fango es algo que abunda en la tierra y se usa con fines estéticos mayormente, aunque también tiene usos medicinales. Hay que diferenciar el fango del barro. Este último es simplemente tierra mojada mientras que el fango se obtiene en el fondo del mar o cerca de manantiales donde el agua esta siempre presente.
Su acción terapéutica se debe a que la tierra contiene muchos minerales que al entrar en contacto con la piel regeneran sus células, activa la circulación sanguínea y absorbe las grasas y toxinas. Por eso el fango mas utilizado por sus mayores efectos es el que se extrae de aguas termales, ya que éstas contienen muchos más minerales.
Hoy existen numerosos establecimientos que ofrecen fangoterapia. Centros de belleza femenina, Spas y hasta en hoteles puede uno embarrarse de pies a cabeza.
Pero también podemos practicar fangoterapia en casa, quizás no logremos resultados tan importantes como los que pueden dar un tratamiento con profesionales pero vale la pena probar.
Lo principal es el tipo de barro que vamos a utilizar. Debe estar libre de toda forma de contaminación como plástico, residuos, excrementos animales y agentes patógenos. Para descontaminarlo podemos tomar una buena cantidad de barro arcilloso, ponerlo en un colador grande y verter como mínimo cinco litros de agua hirviendo por tandas aunque lo mejor seria tomar barro del campo o algún lugar alejado de las ciudades donde no haya contaminación humana.
Hay que revisar concienzudamente en busca de pequeños trozos de vidrio y metales, si son muy pequeños no importa, pero si los podemos ver pueden causar cortes en la piel.
Una vez que estamos completamente seguros de que el barro es limpio y seguro, lo extendemos sobre la piel sin dejar partes descubiertas. Allí se deja hasta secarse y luego se quita con un baño o ducha de agua tibia.
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