Expresión de las emociones

Expresión emocional ¿hemos aprendido a decir lo que sentimos?

A raíz de condicionamientos por la sociedad o por nuestra educación no estamos acostumbrados a expresar nuestras emociones, y no hemos aprendido de expresarlos adecuadamente.

Lo que pasa entonces es que todas las emociones estancadas y acumuladas durante toda nuestra vida (falta de amor, carencias, sentimientos de odio, etc.) pueden llegar a “explotar” y eso es lo que nos asusta y nos causa rechazo para empezar a entrar en nuestro propio mundo emocional.

Es una aventura, es un mundo desconocido y se puede descubrir muchas cosas maravillosas de lo que ni siguiera teníamos idea que son parte de nosotros…

Pero realmente, ¿estamos completos sin sentirnos emocionalmente equilibrados? ¿no nos falta algo cuando no expresamos lo que sentimos?

Hay distintas formas de expresar las emociones, a veces realmente estallan y nos hace falta gritar o llorar. Pero si queremos un ritmo más lento, podemos empezar a decir lo que sentimos, establecer diálogos entre la emoción o las personas involucradas en esta emoción y con nosotros mismos, y de esta forma – expresando en voz alta - podemos llegar a una compresión más profunda y con ello podemos desapegarnos, soltar la emoción y finalmente perdonarnos y dejarnos perdonar.

Lo que nos impide ser libre son emociones como:

la vergüenza: ¿de qué tienes vergüenza? ¿hay alguien mejor que tu? ¿de dónde viene tu vergüenza?

El miedo: ¿de qué tienes miedo? ¿qué te puede pasar cuando expresas lo que sientes? ¿hay alguna persona conectada con tu miedo? ¿de dónde viene?

* Miedo al juicio propio o ajeno
* Miedo al fracaso
* Miedo al cambio

El pensamiento condicionado: ¿qué pensarán los demás de mi? ¿realmente me merezco ser feliz? ¿me permito a mi misma ser feliz? ¿me permito disfrutar en la vida?

* Dicen, que no se puede…
* Dicen, que no se debe…
* Dicen, que no está permitido…
* Dicen, que no soy capaz de…
* Dicen, que esto no se hace…
* Dicen, que no me lo merezco…
* Dicen, que lo estoy haciendo mal…
* Dicen, que ….

¿quién tiene la verdad? ¿quién decide de lo que soy capaz o no? … Tu tienes la elección de ser feliz y de decidir de lo que puedes vivir o no. Solo te lo tienes que permitir!

Con estos condicionamientos nuestra mente está infectada por las palabras “no puedo”, “no debo”, “es imposible”, “es difícil” …. En vez de decir: todo es posible, yo puedo hacer todo lo que quiero y que sea fácil. Todo es cuestión de pensamiento adecuado. Todo está en nuestra mente.

La cuestión es permitir sentir nuestras emociones y aceptar sinceramente que tenemos ese tipo de emociones, con la intención clara de querer sanarse a nivel emocional y soltar los bloqueos, las acumulaciones emocionales de nuestro pasado, de, liberarnos de los condicionamientos sociales y empezar a sentirnos libres en disfrutar nuestra vida con sentimientos de amor incondicional y compasión.
Y todo este proceso empieza con una decisión:

La decisión de querer sanarse.

La decisión de hacer un compromiso con la propia sanación.

La decisión de querer vivir en la luz.

La decisión de querer vivir las emociones de frecuencia alta, como el amor y la compasión, la alegría y la felicidad.

Cuando hablamos de “sanación emocional”, me doy cuenta que muchas personas se asustan, tienen miedo de sufrir o sentir dolor. Pero la liberación emocional no tiene que ser traumática, sino puede ser una liberación suave, comprensible y llena de amor hacia uno mismo. Cómo será el proceso, depende mucho de cómo queremos que sea. Tenemos mucho más control de cómo sanarnos, que nos lo admitimos. Y todo empieza por una decisión y en establecer claramente nuestra intención de sanarnos.

Por el otro lado, si aceptamos a nuestras emociones son parte de nosotros, y empezamos a aceptarlos e integrarlos en nuestro Ser, perdemos el miedo de dejarnos llevar. El espacio de las meditaciones All Love SKHM es un espacio de liberación, de poder dejarse llevar, y aprender a conocerse en todos los niveles. La energía te ayuda durante este proceso de sanación y siempre te da lo que necesitas. Nunca te da nada de lo que no estás preparada a asimilar. Aunque a veces nos parece que “es demasiado”, pero al final siempre nos damos cuenta que todo ha sido perfecto.

Todo es perfecto. Tú eres perfecto en el todo.